Retráctome

Ladrar rencor por los rincones en contra de alguien durante un momento de rabia es una equivocación terrible, es una pérdida de tiempo escribir post incendiarios y por esa razón voy a tachar, pero no borrar, lo que no me gusta del post anterior. Voy a copiar un texto de alguien a quien admiro mucho, Carl Sagan (fallecido en 1996), se pueden encontrar cientos de textos en internet sobre él, entre otros, gente esotérica criticándolo, :) les duele que hiciera tanto daño a todas las organizaciones de su época. También mucha gente a favor admiradores de su trabajo y su obra. Uno de sus trabajos más conocidos la colección de vídeo COSMOS está repleta de información verdaderamente interesante, gracias a ella descubrí curiosidades como la del cangrejo samurai de japón y como el hombre ha influido en la evolución de su aspecto, textos de siglos atrás donde se narra una aparición casi demoniaca que resulta ser el choque de un meteorito con la luna, la caida de un meteorito en rusia que provocó una deflagración inmensa sin dejar un crater... cienes de cosas interesantes...

Me uno a sus defensores y reproduzco un trozo de un artículo suyo, "la carga del escepticismo" recomendable de principio a fin.


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Quiero decir algo más sobre la carga del escepticismo. Se puede coger un hábito de pensamiento en el que te diviertes burlándote de toda la gente que no ve las cosas tan bien como tú. Esto es un peligro social potencial, presente en una organización como el CSICOP (Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal). Tenemos que protegernos cuidadosamente de esto.

Me parece que lo que se necesita es un equilibrio exquisito entre dos necesidades conflictivas: el mayor escrutinio escéptico de todas las hipótesis que se nos presentan, y al mismo tiempo una actitud muy abierta a las nuevas ideas. Obviamente, estas dos maneras de pensar están en cierta tensión. Pero si sólo puedes ejercitar una de ellas, sea cual sea, tienes un grave problema.

Si sólo eres escéptico, entonces no te llegan nuevas ideas. Nunca aprendes nada nuevo. Te conviertes en un viejo cascarrabias convencido de que la estupidez gobierna el mundo. (Existen, por supuesto, muchos datos que te apoyan.) Pero de vez en cuando, quizá uno entre cien casos, una nueva idea resulta estar en lo cierto, ser válida y maravillosa. Si tienes demasiado arraigado el hábito de ser escéptico en todo, vas a pasarla por alto o tomarla a mal, y en ningún caso estarás en la vía del entendimiento y del progreso.

Por otra parte, si eres receptivo hasta el punto de la mera credulidad y no tienes una pizca de sentido del escepticismo, entonces no puedes distinguir las ideas útiles de las inútiles. Si todas las ideas tienen igual validez, estás perdido, porque entonces, me parece, ninguna idea tiene validez alguna.

Algunas ideas son mejores que otras. El mecanismo para distinguirlas es una herramienta esencial para tratar con el mundo y especialmente para tratar con el futuro. Y es precisamente la mezcla de estas dos maneras de pensar el motivo central del éxito de la ciencia.


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